Borres, un remanso de paz en el Camino Primitivo asturiano

Borres es una pequeña y encantadora aldea situada en el concejo de Tineo, Asturias, que supone un alto en el camino para los peregrinos que recorren el Camino Primitivo hacia Santiago de Compostela. Este pintoresco pueblo, rodeado de montañas y prados verdes, ofrece a los caminantes un merecido descanso y la oportunidad de disfrutar de la auténtica vida rural asturiana.

Qué ver y hacer en Borres durante el Camino Primitivo

La Iglesia de Santa María de Borres

El principal monumento de Borres es la Iglesia de Santa María, un sencillo pero encantador templo de origen románico con elementos góticos. Su pórtico sur, con arcos de medio punto y capiteles decorados, es un bello ejemplo de la arquitectura rural asturiana.

Arquitectura tradicional y hórreos

Paseando por las calles de Borres, los peregrinos pueden admirar la arquitectura tradicional de sus casas de piedra y los típicos hórreos asturianos, graneros elevados sobre pilares que son un símbolo de la cultura rural de la región.

Naturaleza y paisajes en Borres

Las montañas y prados del concejo de Tineo

Borres se encuentra en un entorno natural privilegiado, rodeado por las montañas y prados verdes del concejo de Tineo. Los peregrinos pueden disfrutar de la tranquilidad y belleza de estos paisajes, así como realizar rutas de senderismo por los alrededores.

El río Esva y sus puentes medievales

Cerca de Borres discurre el río Esva, uno de los más importantes de la zona. A lo largo de su curso, los caminantes pueden descubrir antiguos puentes medievales de piedra, como el Puente de Tuna o el Puente de Vega de Rey, testigos del paso de los peregrinos a lo largo de los siglos.

Alojamiento y servicios para peregrinos en Borres

Aunque se trata de una localidad pequeña, Borres cuenta con un albergue para peregrinos y algunos establecimientos rurales que ofrecen alojamiento y comidas para los caminantes del Camino Primitivo. En resumen, Borres es una parada tranquila y auténtica en el Camino Primitivo que permite a los peregrinos desconectar, disfrutar de la naturaleza y la arquitectura rural asturiana, y recargar energías antes de continuar su viaje hacia Santiago de Compostela.