Portada » Grado – Grau
Grado, también conocido como Grau en asturiano, es la primera etapa del Camino Primitivo tras partir de Oviedo. Esta villa asturiana, situada en el valle del río Cubia, ofrece a los peregrinos un acogedor alto en el camino antes de adentrarse en los bellísimos pero exigentes paisajes de la Cordillera Cantábrica.
El casco antiguo de Grado, declarado Conjunto Histórico-Artístico, sorprende a los peregrinos con sus edificios señoriales, casas solariegas y palacios rurales. Destacan la Casa de la Rúa, el Palacio de Miranda-Valdecarzana y la Capilla de los Dolores, una joya del barroco asturiano.
Grado cuenta con varios albergues y establecimientos hoteleros especializados en atender las necesidades de los peregrinos del Camino Primitivo, ofreciendo camas, duchas, comidas y otros servicios básicos para reponer fuerzas.
En Grado, los caminantes pueden degustar la exquisita gastronomía asturiana, con platos típicos como la fabada, el pote asturiano o el queso Afuega’l Pitu. Además, la villa cuenta con un animado mercado semanal donde se pueden adquirir productos locales y artesanía.
Grado es, en definitiva, una parada obligatoria en el Camino Primitivo que permite a los peregrinos disfrutar de la hospitalidad asturiana y prepararse para las intensas etapas que les llevarán a través de la agreste belleza de la Cordillera Cantábrica rumbo a Santiago de Compostela.
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Grado, también conocido como Grau en asturiano, es la primera etapa del Camino Primitivo tras partir de Oviedo. Esta villa asturiana, situada en el valle del río Cubia, ofrece a los peregrinos un acogedor alto en el camino antes de adentrarse en los bellísimos pero exigentes paisajes de la Cordillera Cantábrica.
El casco antiguo de Grado, declarado Conjunto Histórico-Artístico, sorprende a los peregrinos con sus edificios señoriales, casas solariegas y palacios rurales. Destacan la Casa de la Rúa, el Palacio de Miranda-Valdecarzana y la Capilla de los Dolores, una joya del barroco asturiano.
Grado cuenta con varios albergues y establecimientos hoteleros especializados en atender las necesidades de los peregrinos del Camino Primitivo, ofreciendo camas, duchas, comidas y otros servicios básicos para reponer fuerzas.
En Grado, los caminantes pueden degustar la exquisita gastronomía asturiana, con platos típicos como la fabada, el pote asturiano o el queso Afuega’l Pitu. Además, la villa cuenta con un animado mercado semanal donde se pueden adquirir productos locales y artesanía.
Grado es, en definitiva, una parada obligatoria en el Camino Primitivo que permite a los peregrinos disfrutar de la hospitalidad asturiana y prepararse para las intensas etapas que les llevarán a través de la agreste belleza de la Cordillera Cantábrica rumbo a Santiago de Compostela.