Hornillos del Camino, un pintoresco pueblo situado en la provincia de Burgos, es un oasis de tranquilidad en el Camino de Santiago. Con su encanto rural y su ambiente acogedor, esta pequeña localidad ofrece a los peregrinos un refugio perfecto durante su viaje.

Al llegar a Hornillos del Camino, los caminantes son recibidos por sus estrechas calles empedradas y sus antiguas casas de piedra, que evocan la atmósfera de tiempos pasados. El silencio y la paz que se respiran en el pueblo son una invitación a relajarse y disfrutar de la belleza de la naturaleza circundante.

Uno de los principales atractivos de Hornillos del Camino es su iglesia parroquial, dedicada a San Román. Este modesto templo románico, con su sencilla fachada y su torre campanario, es un remanso de serenidad que invita a la reflexión y la contemplación.

Además de su belleza natural y su patrimonio histórico, Hornillos del Camino ofrece a los visitantes la oportunidad de disfrutar de la gastronomía local en sus acogedores bares y restaurantes. Aquí, los viajeros pueden degustar platos tradicionales como la sopa de ajo, el cordero asado y los deliciosos postres caseros.

Para aquellos que deseen explorar los alrededores, Hornillos del Camino es un punto de partida ideal para realizar excursiones y actividades al aire libre. Los senderos que serpentean a través de los campos y bosques cercanos ofrecen vistas impresionantes y la oportunidad de conectar con la naturaleza en estado puro.

En resumen, Hornillos del Camino es mucho más que una simple parada en el Camino de Santiago; es un destino que enamora a los viajeros con su belleza serena, su atmósfera tranquila y su hospitalidad sincera.