Monesterio, puerta de entrada a Extremadura en la Vía de la Plata
Monesterio es un municipio de la provincia de Badajoz, situado en el sur de Extremadura, a unos 100 kilómetros de Sevilla. Esta localidad es un punto clave de la Vía de la Plata, ya que marca la transición entre Andalucía y Extremadura, ofreciendo a los peregrinos un cambio de paisaje y de cultura en su camino hacia Santiago de Compostela.
Qué ver en Monesterio durante la Vía de la Plata
La Iglesia de San Pedro Apóstol
El principal monumento de Monesterio es la Iglesia de San Pedro Apóstol, un templo de estilo gótico-renacentista construido en el siglo XVI. Destaca su torre campanario, su portada plateresca y su retablo mayor barroco, así como las imágenes del patrón San Pedro y de la Virgen de la Granada.
El Museo del Jamón
Monesterio es conocido como la “Capital del Jamón Ibérico”, ya que en su término municipal se producen algunos de los mejores jamones del mundo. Los peregrinos pueden visitar el Museo del Jamón, donde se explica el proceso de elaboración de este manjar y se realizan catas y degustaciones.
Naturaleza y dehesas en Monesterio
La Dehesa extremeña
Monesterio se encuentra en plena dehesa extremeña, un paisaje de encinas y alcornoques donde pastan las piaras de cerdos ibéricos. Los peregrinos pueden disfrutar de este entorno natural y rural, así como observar la flora y fauna típicas de la zona.
La Vía Verde de Monesterio
Desde Monesterio parte la Vía Verde de Monesterio, un antiguo trazado ferroviario reconvertido en ruta cicloturista y senderista. Este recorrido de 20 kilómetros permite a los peregrinos disfrutar de bellos paisajes de dehesa y cruzar varios túneles y viaductos.
Albergues y servicios para peregrinos en Monesterio
Monesterio cuenta con albergues y alojamientos para peregrinos, así como con tiendas, bares y otros servicios básicos. Además, en el Ayuntamiento se puede obtener información sobre la Vía de la Plata y sellar la credencial del peregrino.
En resumen, Monesterio es una etapa de la Vía de la Plata que introduce a los peregrinos en la cultura y la gastronomía extremeñas, así como en los paisajes de dehesa típicos del suroeste peninsular. Una parada imprescindible en el camino hacia Santiago de Compostela.